Pinto, escribo, sueño…María Gloria Torres Mejía en su mono de faena, y con su nueva entrega; “Sueños de un artista en pandemia”.
Los múltiples vértices de MG viven en un formato que se multiplica, en bucle. Merienda de negros, “vivo sin vivir en mí” ritmo incansable del
Tam-Tam… Podríamos pensar que hay drizas que te puedan sujetar en la caída, pero escudriñando sus mundos, caemos en picado; el tiempo es una gran Bola-Masa en MG. Más bien, creo que se ha diluido en más vericuetos buscando salidas, que no existen. Pero al final de la escalera: una esplendente luz, gente, voces, canciones, guitarras, sueños REM:
“STUDIUM” aquí queríamos llegar… “STUDIUM”, alas de mariposa y cofre del tesoro donde M.G. guarda, pero a la vez distribuye tamarindos, Distrito Federal… contenedores lejanos.
Llega este primerísimo texto, después de una encerrona, abastecido de una forma de escribir, que es una forma de vivir, “artista en pandemia”, guarda muy mal la ropa…cada vez es más pánica, aturde su mensaje claro, por clarividente. Todo tiene que salir ahora, precisamente ahora, en este momento en el que todo ha sido suspendido.
M.G. insiste en que es ahora cuando vemos la gran utilidad del arte, y como nos salvamos poco a poco, en un texto, cuadro, dibujo, o cine… Poliédrico texto; por radiofónico, político, sociológico, humorístico, ecos del streaming, y aún así, vemos a M.G. andando en zapatillas, como quien no quiere la cosa, fulminando virtuosas y eficaces puestas de sol.
Abre, y recorre sendas que cruzan otras, empezando de nuevo, viendo la posibilidad de una obra intermitente. -“Pienso ahora en oficio de tinieblas y en Camilo J. C.”- siempre inacabada, también como un libro-.
Experimento; sin saber queriendo, el final. Quizá el proemio, de una renovada reencarnación de M.G.