La mayoría no pensamos que nuestra vida pueda cambiar totalmente de un momento a otro. Gran parte de esos cambios son desafortunados, accidentes o incluso la muerte, pocos son afortunados como ganar la lotería o algo así, pero cuando la vida te cambia en un momento, sin planearlo o esperarlo, ese momento queda grabado para el resto de nuestras vidas y eso es lo que pasa cuando quedas detenido y entras a prisión, sin saber por qué.
Las mejores historias que escuché en esta triste situación están en este libro, tal como las recuerdo eran contadas efusivamente por sus protagonistas, mientras voy conociendo estos personajes, voy viviendo en carne propia lo que se siente al ser un preso en Colombia, uno de los 20 países con mayor índice de criminalidad del mundo, donde la mayoría de sus cárceles sufren de hacinamiento, país corrupto donde pocos se aprovechan de muchos y en el que entrar a una prisión causa miedo a cualquier ser del mundo. Es allí donde la fe en Dios me dio y le da mucha fuerza a los presos para pasar por esta situación, incluso sintiendo una energía imposible de concebir siquiera en una iglesia, algunos lo llamamos el poder del Espíritu Santo, aunque no es un libro nada religioso, los lectores podrán encontrar un relato crudo y en otras hasta gracioso, pasando por la frustración y la tristeza. En todo caso es un relato que dará qué pensar a muchos.