Madrid; la ciudad es como un nido de termitas, siempre en constante movimiento y en eterno crecimiento, los humanos, monótonas proyecciones de las vacuas vidas a las que aspiran, caminan ciegos por el mundo que los rodea.
Ahora los observo, con exultante apatía, desde lo alto del viaducto de Bailén, o puente de los suicidas, y pensar que una vez fui uno de ellos…por suerte mi despertar y el de mi hermana fue a la pronta edad de los nueve años, el velo gris que me ocultaba la realidad, se cayó, las sombras quedaron reveladas, la magia se apoderó de mi vida, de mi ser, y entonces comprendí la gran mentira; no existe la libertad para los humanos, el mundo tal y como lo conocemos es gobernado por unos pocos, La Orden, magos ocultos a simple vista. Manejan la política, la economía y la tecnología, regulan los avances para que, las mentes más primitivas, puedan comprenderlos.
Mi nombre es Ícaro y soy un precog y formo parte de esta organización, al igual que mi hermana y mi madre antes que nosotros. Pertenecemos a un grupo, dedicado a cazar y exterminar a los enemigos de La Orden, tanto terrenales como sobrenaturales.
Nuestras misiones suelen ser sencillas, encontrar y eliminar, pero tras la muerte de mi mentor y líder de los Arcontes, apenas nos han dado trabajos. Algo sucede, veo una sombra abisal en mis visiones que me acecha, siento que algo va a pasar…