La vida de Héctor no deja de ponerle retos y momentos difíciles de superar, aún así ha seguido adelante como ha podido junto a su madre. Todos los retos a los que ha tenido que enfrentarse lo han dejado bastante marcado y con un vacío en el centro del pecho que es incapaz de llenar. Cuando conoce a Ainhoa se siente especialmente cautivado por sus ojos color miel y siente que el vacío de su pecho se va haciendo cada vez más pequeño, solo ella es capaz de llenarlo.
Todo pasa muy rápido y se juntan muchas emociones en poco tiempo, en apenas unos meses Ainhoa lo es todo para él, pero no todo es tan bonito como parece cuando Héctor tiene que descubrir la verdad de la peor manera posible.
Su vida ha estado llena de vacío ¿podrá alguien llenarla en tan sólo unos meses?